Vardhamāna Mahavirá (Ksatriyakundagrama, India, 16 de abril del 549 a.c - Pavapuri, India, 10 de noviembre de 477 a.c). Líder espiritual, de origen indio, considerado el número 24 y el último de los Tirthankaras (salvadores que predican el jainismo) y fundador del Jainismo.
Se cree que fue contemporáneo de Buda, junto a quien protagonizó la mayor oposición religiosa contra las costumbres de la Brahman, predicando y aplicando en su vida la filosofía de la no violencia, la negativa hacia los sacrificios rituales y hacia el sistema de castas. En la actualidad el Jainismo es seguido por alrededor de cuatro millones de personas, razón por la cual Mahavirá es tenido como una de las figuras religiosas más influyentes de la Historia.
Vida temprana
Según la tradición se cree que nació y creció a las afueras de Vaishali, en Ksatriyakundagrama, en lo que es hoy en día Basarh, en el estado de Bihar, India. En cuanto a su fecha de nacimiento, todas las ramas de Jainismo coinciden en señalar que Mahavirá nació, a las cuatro de la mañana, del día 13 de la luna nueva de chaitra, fecha que, en el calendario gregoriano, usado por occidente, coincidiría con el 16 de abril. No obstante, existen divergencias en cuanto al año de su llegada al mundo.
Así, mientras para los jainas Digambara (desnudos) su natalicio pudo haber ocurrido en el año 615 a.c, para los jainas Shvetambaras (vestidos de blanco) ocurrió en el 599 a.c. Sin embargo, la mayoría de los investigadores modernos señalan que Mahavirá fue contemporáneo de Buda (entre el siglo VI y IV a.c).
Habría pertenecido a la casta guerrera de Kshatriya. Su padre, Siddharta habría sido Rey de Kundagrama, actual estado de Bijar, India. Su madre, llamada Devananda era descendiente de la casta sacerdotal de la Brahman, aunque en otras tradiciones se señala que pudo pertenecer también a la casta Kshatriya, la segunda en importancia entre las cuatro castas de políticos y guerreros. Tal como continúa la leyenda sobre este líder religioso, su padre le habría llamado con el nombre de Vardhamāna, que puede traducirse como “que aumenta”, debido a que su fortuna comenzó a crecer a raíz del nacimiento de su hijo.
Leyenda
De acuerdo a las enseñanzas predicadas por el mismo Mahavirá, recogidas por las distintas ramas del Jainismo, después de nacer, el dios Indra lo habría tomado de brazos de su madre, para bañarlo con la leche sagrada de la vaca Surabhi, según los rituales deparados al último Tirthakar, para luego devolvérselo nuevamente a su madre, Devananda, la cual en algunas ramas también recibe el nombre de Triśala.
Al igual que Siddharta Gautama, Vardhamāna habría vivido como un príncipe, en medio del lujo de su palacio, aunque no era el primero en la línea de sucesión, por ser uno de los hijos menores del Rey. De la misma forma, después de casarse con una mujer de su misma casta, con la que tuvo una hija, Vardhamāna habría renunciado a su vida, para entregarse a la práctica de un estricto ascetismo. Historia que coincide con la vida de Buda e incluso con la Parsuá, su predecesor, el Thirthankara 23, que habría vivido en el siglo XVIII a.c, también renunciando a su condición de príncipe guerrero a los treinta años.
Mahavratas, grandes cinco votos de renuncia
A partir de entonces, de acuerdo a las tradiciones de los jainas, Vardhamāna renunció al mundo. El primer año vistió la misma prenda, pero a medida que avanzó en su práctica comenzó a ir desnudo. No tenía ninguna posesión material. Practicó al máximo la no violencia (ahimsa) y la negación del cuerpo, permitiendo incluso que los insectos caminaran sobre su cuerpo, resistiendo con paciencia el dolor de las picaduras. Igualmente soportó con tranquilidad los golpes e insultos de los que en ocasiones fue víctima por parte de la gente, debido a su aspecto.
Se entregó a la meditación, el ayuno, comiendo en muy pocas ocasiones y siempre y cuando no fuese nada preparado para él. Su vida se volvió errante, aunque la mayoría del tiempo habitaba los sitios destinados a la cremación, así como los cementerios. Logrando con esto la aceptación de los Mahavratas, cinco “grandes votos” de la renuncia, conformados por la negación a matar, a las falsedades del habla, la codicia, el placer sexual y el sentido de posesión sobre los seres vivos y materiales. Conquistando con esto un voto más que su predecesor Parsuá.
Enseñanzas y legado
A la luz de las enseñanzas jainas, a los doce años de una vida en completa renuncia, Mahavirá alcanzó el máximo nivel de percepción, conocido por los jainas como el kevala. Según sus enseñanzas, el hombre debía procurar liberarse del ciclo de las infinitas reencarnaciones que predicaba el hinduismo, ya que la reencarnación sólo significaba que el alma llevaba con ella impurezas, que tenían su raíz en el mundo material, por lo cual había que alejarse completamente de éste, representado por los lujos y las pasiones, a fin de lograr la liberación y el descanso eterno. Mahavirá basó sus conocimientos en la doctrina de Parsuá, reformando y sistematizando las creencias del Jain, dándole una nueva óptica a su mitología y cosmología, al tiempo en que dictó las reglas bajo las cuales debían regirse los monjes y monjas jainistas, así como sus seguidores, razón por la cual es considerado el fundador del jainismo.
Mahavirá, cuyo nombre puede traducirse como “el que se vence a sí mismo”, fue nombrado también con el título de Jina (conquistador de los enemigos). De acuerdo a sus seguidores falleció en Pavapuri, actual Bihar, a la edad de setenta y dos años, en el 510 a.C, según los jainas Digambara, mientras que para los Shvetambaras su muerte habría sucedido en el 527 a.C. A su fallecimiento dejó como legado un grupo de seguidores, calculados en unos cuatrocientos mil, quienes se dedicaron a predicar y practicar el Jainismo.
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